sábado, 7 de noviembre de 2015

Lágrimas para el planeta

publicado el 07 de Noviembre del 2015, en la columna "Con peras y manzanas" del Diario de Morelos

Cuando mi madre va a mi casa procura, por el bien de todos, no abrir cajones ni puertas porque ya sabe es probable que detrás de alguna encontrará cajas con botellas de vidrio, plástico, tetrapack y latas todo debidamente lavado y ordenado. “No son para lavar los platos pero la basura sí" y "ustedes y su obsesión con guardar la basura" son cantaletas de las que no podemos escapar cuando ve que en lugar de poner los empaques en el cesto los lavamos, comprimimos y guardamos en la alacena para luego llevarlos al Centro de acopio.
Ese afán de guardar los residuos sólidos (mal llamados basura) nos ha hecho a todos más conscientes del ciclo de vida de lo que consumimos. Desde que lo hacemos hemos disminuido la cantidad de residuos que producimos en casa. Ahora, ya sea por no querer tener pilas de envases vacíos o por una preocupación genuina por lo que sucede con las cosas una vez que nos dejan de ser de utilidad, ir al súper en familia se ha vuelto una odisea. Podemos pasar horas debatiendo sobre productos para tratar de encontrar la opción más sustentable; revisamos dónde se produce, quién lo produce y qué materiales se utilizan, sacrificando muchas veces antojos y caprichos para como dice mi hija "no hacer llorar al planeta". Es decir pensamos en el ciclo de vida de las cosas (de la producción hasta el desecho) antes de decidir si adquirirlas.
Ser un consimidor responsable no está solamente en comprar productos "verdes" o a productores locales, está en ser consumidores que piensen críticamente sobre lo que adquieren y los costos que esto implica. En Morelos producimos un estimado de 1405 toneladas diarias de basura de las cuales sólo el 5% es separada para su reciclaje. El resto representa un desgaste económico y ambiental importante. Por una parte en Mexico depositar una tonelada en tiraderos a cielo abierto o rellenos sanitarios tiene un costo aproximado de 360 pesos, esto sin tomar en cuenta los costos de traslado. Y por otra las emisiones de metano (segundo gas responsable del efecto invernadero) que surgen de estos métodos de disposición representan el 16% del total de la producción en México.

Cada vez nos preguntamos más de dónde vienen los productos que consumimos. Habría también que preguntarnos ¿A dónde van?

1 comentario:

  1. Hola Karla, me da gusto saber que alguien más hace lo mismo que yo hago, ¿tienes algún directorio de centros de acopio que me puedas compartir? Muchas gracias y un saludo =)
    puedes escribirme a perla.elizarraraz@gmail.com y con la misma dirección también me encuentras en facebook.

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