Corría el año de 1984 cuando cumplí “mis quince” e invité a siete
amigos a comer a casa. A pesar de que mi madre pasó casi un año preguntándome por
mi fiesta de XV años, decidí no hacerlos gastar en vano. Nunca me ilusionó el
paquete del vestido, el baile, los chaperones y el show. En mi día, estrené un jumpsuit
con hombreras, muy de los ochentas, fui a clases y pasé la tarde de ese martes
platicando con mis amigos y comiendo pastel. Nuestra mayor preocupación esa
tarde era la tarea de la semana, o el proyecto de fin de semestre.
Este año, el 15 de enero para ser precisa, dio inicio un
movimiento, Acción 2015, que tiene en mente a los quinceañeros del 2015. Esta
generación que nació en el 2000, el año en que los líderes mundiales se
comprometieron a trabajar juntos para alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio,
hoy se manifiesta expresando que necesita más. En un colectivo que abarca más
de 1000 organizaciones en 120 países, la principal preocupación es lograr un
mundo libre de pobreza extrema, desigualdad y que mitigue exitosamente el
cambio climático. Acción 2015 reconoce que sólo mediante el compromiso activo
de los líderes del mundo en conjunto con la comunidad mundial, podemos lograr
que otro mundo sea posible. El objetivo es concientizar a nuestros gobernantes
para tomar decisiones y realizar compromisos que nos acerquen a una realidad
diferente; y lo más importante, a ser parte de esas acciones en pro de la
equidad, la sustentabilidad, la tolerancia y el bienestar comunitario. En
septiembre, las Metas de Desarrollo de Milenio serán sustituidas por un nuevo
conjunto de metas, las Metas del Desarrollo Sustentable, esta es una
oportunidad que debemos aprovechar para terminar con la pobreza, la desigualdad
y detener la destrucción ambiental.
En la página web del movimiento (http://www.action2015.org/),
hay testimoniales de personas en todo el planeta, muchas de ellas de sólo 15
años, preocupadas por el mundo en que vivimos. El compromiso de todos los que
hace rato fuimos quinceañeros debería ser darles la oportunidad a los
quinceañeros de hoy y de mañana de disfrutar de un mundo libre, libre de
opresión, de intolerancia, y de dolorosa inequidad. Participemos en este
movimiento desde hoy, buscando en aquellos candidatos que quieren nuestro voto
para las elecciones en junio, ese compromiso con metas más altas que sus
bolsillos, sus egos y sus familias. Seamos parte de un cambio en la forma del
gobernar y de ser gobernados. Participemos, preguntemos, exijamos y hagamos que
el sufragio sea la mejor manera de lograr las metas del trienio, del sexenio y,
¿por qué no?, del milenio.
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