Mara,
una colaboradora a quien recuerdo con cariño, acostumbraba contestarme “estoy a
2”, cuando le preguntaba si ya tenía listo tal o cual resultado. Era su forma
de decirme “te lo entrego a la cuenta de 3, y ya estoy en el 2”. Su versión del
muy mexicano “ya merito”, o del muy castigado por mis padres “ahorita”, me
parecía encantadora.
Por años
hemos escuchado como la vocación de nuestro estado es eminentemente turística. Nuestros
parques acuáticos y nuestros espacios públicos se han beneficiado del turismo
regional e internacional. Contamos en Morelos con espacios para el turismo
ecológico, el de aventura, y el cultural. Incluso Xochicalco fue declarado
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que nos ubica en un mapa de
relevancia cultural internacional. Sin embargo, no es la única vocación. Ya
desde antes de la llegada de los españoles, Morelos era un espacio importante
de investigación, y ahí tenemos a Xochicalco, sede de la segunda convención de
sabios de Mesoamérica, donde se llevó a cabo el ajuste de calendarios entre los
distintos sacerdotes-astrónomos de aquellos tiempos. En fechas más recientes
podemos afirmar que nuestros centros de investigación, la pertinencia e impacto
de la ciencia que se realiza en ellos y las áreas estratégicas en que hacen
investigación, son el mayor activo con que contamos en Morelos. La comunidad
científica, durante estos 40 años ha logrado consolidarse, es ahora una
comunidad madura, multidisciplinaria, que está lista para potenciar e impulsar
el desarrollo de la entidad.
Afortunadamente, desde el inicio de este siglo, se
han dado pasos importantes en la construcción de nuestro sistema de gestión del
conocimiento. El proceso más complejo en estos sistemas es, sin lugar a dudas,
el de la transferencia tecnológica al sector productivo, o dicho de otra
manera, el lograr que ideas brillantes se traduzcan en negocios exitosos.. De
manera tal que, impulsando la innovación y la generación de empresas basadas en
alta tecnología, podamos acceder al mundo de los "proveedores de
conocimiento", e ir dejando atrás nuestra historia de “dependientes
tecnológicos”.
El reto es ser parte de la economía del conocimiento basar nuestro
desarrollo sustentable en la generación de innovación. Tenemos expertos que son referencia en distintas partes de México y del
Mundo sobre temas sustantivos, como el cuidado del medio ambiente, tratamiento
de agua, energías alternativas, bioseguridad, organismos genéticamente
modificados, salud poblacional, etc.; y la comunidad empresarial ya esta
sensibilizada sobre la relevancia e importancia de la innovación tecnológica
como elemento clave para la competitividad. Creo, felizmente, que estamos a 2…
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