sábado, 17 de octubre de 2015

En “vivo” y a todo color

publicado el 17 de octubre del 2015, en la columna "Con peras y manzanas" del Diario de Morelos

En las mañanas, mientras me peino (¡esta vanidad me va a matar!), acostumbro poner en la TV algún programa con subtítulos. Hace unos días, mientras veía “The Middle”, me reía con el episodio en que sale la familia de vacaciones y el hijo menor, adicto a la lectura, se la pasa devorando libros sobre parques y vida al aire libre en lugar de bajar el libro y disfrutar “en vivo y a todo color” lo que otros describen.
Desafortunadamente, no es un tema de risa, o de ficción. Hoy día, se está poniendo de moda que en los parques recreativos (como Chapultepec) haya recintos para que los visitantes disfruten de experiencias 3D, 4D y no sé cuantas D más. De una forma muy curiosa, invitamos a quienes al fin se han despegado de las pantallas caseras, de sus computadores o de sus celulares, para volverse a enchufar en otra gran pantalla. Así, los visitantes del parque, que pretendemos dejen el sofá y la TV, podrán, sentados en cómodas butacas frente a una Televisionzota, disfrutar gracias a sus lentes 3D, de la experiencia virtual en un ecosistema… ¿No tiene más sentido armar recorridos interesantes, guiados por expertos en donde los asistentes al parque interactúen realmente (y no virtualmente) con nuestro maravilloso ecosistema?
Hace algunos años entré casi sin querer al cine; iba con unos compañeros de estudio y de vida, buscando distraernos con la gran pantalla. Sin saber de qué se trataba, y más por aprovechar la noche, entramos a ver “La Matrix”. La elección fue, como muchas gratas sorpresas de mi vida, ¡excelente! Pudimos ver efectos especiales nunca vistos, una historia entretenida y, para algunos de nosotros, un tema de culto más a que aficionarnos. La premisa central de la saga es un futuro donde la humanidad vive enchufada literalmente a un gran sistema de cómputo: La Matrix y ha sido la responsable de la extinción la mayoría de las formas de vida en la Tierra. Nuestro planeta es árido, inhóspito y hasta hemos logrado, con una contaminación brutal, obstruir permanentemente los rayos del sol. Entonces vivimos “felizmente” engañados por un gran sistema de cómputo que nos obsequia imágenes de altísima definición en 3D digital, 24/7
Aparentemente, ya no tenemos que esperar, como en la multi-citada película, a la destrucción del medio ambiente, mejor nos vamos adelantando y acostumbramos a las nuevas generaciones a hacer excursiones virtuales, mientras comen una cubeta retacada de palomitas, un refresco jumbo y un rico seudo-chocolate.
Lo paradójico del tema es que, si fomentáramos más la vida al aire libre y la convivencia con la naturaleza, generaríamos un compromiso personal con los ecosistemas que habitamos y visitamos, y la espantosa imagen del párrafo anterior se diluiría como una fantasía apocalíptica más.

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