Una de las clases que más he
disfrutado tomar y dar ha sido la que tiene que ver con el análisis
y diseño de algoritmos. Un algoritmo es la secuencia de pasos
necesarios para llevar a cabo un acción. Una receta de cocina es un
tipo de algoritmo. Podemos ver a la lista de ingredientes como la
entrada y al resultado final, el pastel, como la salida. El proceso
de preparación, si está descrito en una serie de pasos bien
definidos, sería el algoritmo. Bueno, cuando uno está diseñando
algoritmos, necesita entender con claridad la relación ente las
causas y los efectos. O dicho de otra forma, entre las condiciones de
entrada y las decisiones que se toman a partir de esas condiciones.
Aunque parece muy lógico y trivial, me
he dado cuenta con el pasar del tiempo que la diferencia entre las
condiciones necesarias y suficientes para que suceda tal o cual
resultado no es muy clara para todos. De tal forma que, en términos
coloquiales, solemos creer que con cumplir las condiciones necesarias
en automático se deben obtener los resultados esperados. Por
ejemplo, para poder votar es necesario tener 18 años o más, pero no
es suficiente, hace falta también tener una credencial de elector
vigente.
En los últimos 12 años, he tenido la
oportunidad de participar como jurado en una gran cantidad de
concursos para detectar jóvenes talentos en ciencia, tecnología e
innovación en nuestro estado. Desde nivel primaria hasta
licenciatura, he visto desfilar un sinnúmero de estudiantes
talentosos unos (otros no tanto), con proyectos de distinta índole
en prácticamente todas las disciplinas del conocimiento. Sin duda,
la detección de talento joven es necesaria para poder detonar el
desarrollo en generación de innovación de una región. Sin embargo,
no es suficiente. Para lograr un impacto real, es fundamental
orientar a esos jóvenes talentosos, formarlos en las disciplinas
necesarias para complementar su conjunto de competencias y acercarlos
a las cadenas de generación de conocimiento formales (universidades,
centros de investigación, empresas de tecnología, etc.).
Afortunadamente, ya en Morelos se
cuentan con varias iniciativas en este sentido. En particular está
el programa “Robótica en tu Escuela” que promueve el IEEE de
Morelos, la Secretaria de Desarrollo Social y el Instituto Mexicano
de la Juventud (www.omimorelos.org.mx). Su objetivo principal es
detectar y formar estudiantes talentosos que estén interesados en
programar computadoras y robots didácticos.
Dar a conocer este tipo de programas y
convocatorias no es suficiente para transformar nuestra sociedad en
una sociedad de conocimiento, sólo es necesario.
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