jueves, 5 de junio de 2014

Fierros, tratamientos y música

publicado el 05 de mayo de 2014, en la columna "Con peras y manzanas" del Diario de Morelos

Todos hemos visto en la televisión entrevistas donde se pide que el entrevistado responda la primera palabra que le venga a la mente ante la frase o palabra que le mencionen. Si a la mayoría de nosotros nos pidieran hacer este ejercicio y nos mencionaran la palabra “tecnología”, pensaríamos en computadoras, microscopios, equipos de resonancia magnética, pantallas gigantes, trenes bala, autos solares o, como les digo de cariño, “fierros”. Una minoría pensaría en vacunas, medicamentos, materiales cerámicos o resinas, que siguen siendo “fierros” pero en el contexto de ciencias de la vida, los dos primeros y de las ciencias químicas los últimos. Sin embargo, casi nadie pensará en un modelo educativo, una estrategia de mercadotecnia o un discurso persuasivo. A pesar de que todos son ejemplos tecnológicos de la pedagogía, las ciencias administrativas y de la comunicación, respectivamente.
Cuando comento sobre la importancia de recordar que Ciencias abarca exactas, naturales y sociales; y que tecnología es el proceso habilitador mediante el cual logramos aplicar esas ciencias, veo distintas reacciones en mis interlocutores, desde “¡Órale, sí es cierto!”, hasta “¿Ciencias y tecnologías sociales y administrativas? ¡Claro que no!”, pasando por el incrédulo “Si ella dice…”
La Real Academia Española (RAE) en su Diccionario de la Lengua, indica como primera definición de tecnología al “conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico”. El límite del campo al que aplica el concepto de tecnología, está definido solamente por lo que entendamos por conocimiento científico, que según la RAE es aquel “conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales”. El conocimiento científico no discrimina áreas del saber, incluye todas las que nos vienen a la mente y más. Así, la tecnología es el conjunto de sus procesos habilitadores y por tanto, el concepto de innovación tecnológica aplica tanto para los “fierros” como para un tratamiento médico o sicológico.
Finalmente, la RAE muestra como tercera acepción de tecnología: “lenguaje propio de una ciencia o de un arte”. Me quedé corta, la tecnología tiene relación directa no sólo con el conocimiento científico (todo el conocimiento científico, social, administrativo, biológico, físico, médico, antropológico, etc.), sino también con las artes. ¡Guau!

¿La primera palabra que se me ocurre cuando escucho “tecnología”? Más-que-fierros.

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