jueves, 21 de marzo de 2013

Paciencia y perseverancia

publicado el 21 de marzo de 2013, en la columna "Con peras y manzanas" del Diario de Morelos


Todos hemos visto en un sinnúmero de películas y series los memoriales construidos a los presidentes estadounidenses Washington, Jefferson o Lincoln. El de Washington es el obelisco, el de Jefferson tiene un casquete esférico en el techo y el de Lincoln es el más impresionante, tras ascender 98 escalones se encuentra su estatua de casi 7 metros de altura. Debo confesar que, entre tanta majestuosidad, a mí el memorial que me transformó la vida fue el de Roosevelt y, para ser precisa, la inscripción que hay en el jardín. Leí la frase hace diez años y en cada gran logro puedo ver claramente ambos ingredientes.
Hace unos días recibí un ejemplar de “El Faro”, la revista de divulgación de la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM. Entre sus artículos se encontraba la reseña del FungiFree, el primer biofungicida desarrollado por científicos mexicanos que llega al mercado. Esta noticia me provoca, cada vez que la oigo, además de una altísima dosis de “orgullo ajeno”, una sonrisa al recordar las dosis masivas de paciencia y perseverancia que los doctores Galindo y Serrano, investigadores del Instituto de Biotecnología de la UNAM, han invertido en ver el producto de su investigación en el mercado. Fueron más de diez años dedicados a la investigación básica, aplicada, al desarrollo tecnológico, a la generación del plan de negocios, a la obtención de permisos y a la formalización de alianzas estratégicas. Fue ese compromiso con lograr un producto de alta tecnología mexicana el que motivó la colaboración del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Morelos, mediante el CemiTT, así como el apoyo de las autoridades universitarias de la UNAM Campus Morelos.
Así como este caso de éxito hay muchos otros en potencia en cada centro de investigación de nuestro estado. Detonarlos requiere de la colaboración multisectorial, de inversionistas públicos y privados que crean en nuestro talento y colaboren para que la ciencia, la tecnología y la innovación sean reconocidas como oportunidad de crecimiento y desarrollo regional.
Citando a Eleanor Roosevelt, “para hacer grandes cosas hay que tener paciencia infinita y perseverancia sin fin”.



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