jueves, 28 de marzo de 2013

Liderazgo y conocimiento

publicado el 28 de marzo de 2013, en la columna "Con peras y manzanas" del Diario de Morelos


Muchas veces consideramos que la diferencia entre la iniciativa privada y las organizaciones académicas es tan grande que constituyen mundos distintos. Ya en otras ocasiones he comentado porqué considero que el abismo no es tal, y que hay más coincidencias que diferencias. De hecho, podemos apreciar esta similitud con el término con el que Ikujiro Nonaka define a las empresas, las llama “organizaciones generadoras de conocimiento”; un concepto familiar a un centro de investigación.
Su teoría organizacional se centra en que las empresas no son productoras únicamente de bienes o servicios, sino más importante aún, generan conocimiento constantemente y que, gracias a esa generación continua, alcanzan el éxito. Los nonakistas consideramos que para lograr esto, es necesario promover un proceso de transferencia de conocimiento entre todos los componentes de la organización, y por lo tanto, cuidar el entorno donde esto se da es fundamental. Incluso, Nonaka considera que el activo más importante de las organizaciones no tiene que ver con los bienes que produzcan, o la materia prima que utilicen, ni siquiera con el capital económico. Es el conocimiento, y por lo tanto quienes lo generan, comunican y administran. Así, el éxito de una empresa depende del factor humano, de la confianza con que comparten el conocimiento y el compromiso que se genera entre todos.

En una organización de este tipo, el responsable de que la transferencia de conocimiento se dé de la mejor manera posible debe tener la capacidad de cuidar el entorno, generar la confianza entre el equipo de trabajo, asegurar el compromiso del grupo hacia el proyecto y fomentar el cariño hacia la organización, pues estos cuatro elementos son los pilares en los que se fundamenta un proceso de generación de conocimiento efectivo.  Este responsable no es un capataz, ni un presidente, ni un jefe, ni siquiera es un gerente o un administrador. Nonaka llama al líder de este proceso el Moderador, pues su función no es corretear, presidir, mandar o administrar. El Moderador entiende a su equipo, a su entorno y se asegura de que la transferencia de conocimiento se lleve a cabo, cuida las relaciones entre los miembros talentosos, promueve la superación de cada uno, conoce la dinámica organizacional y potencia las aportaciones individuales y de conjunto para el logro de los objetivos y las metas.

Si volteamos al sector académico podemos ver en el éxito de sus comunidades la mano de estos líderes, moderadores de entornos altamente calificados. 



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