Un exjefe de quien aprendí mucho,
Pedro Lamothe, tenía la costumbre de etiquetar cosas y procesos para
que fueran más comprensibles para el resto de la gente. En
particular, llamaba "futurear" a esa actividad medio
infantil de soñar despierto con un tema y llevarlo a algún tiempo
en el futuro. Esto es algo que hacemos muchos, especialmente en la
adolescencia, cuando miras de reojo al "objeto de tu afecto"
y ya te estás imaginando que se acercará para invitarte a salir, se
enamorará perdidamente de ti y tendrán bellos hijos de ojos azules
(como los de él) y abundantes cabelleras castañas (como la tuya).
Hoy, parte de la actividad profesional
de mi empresa gira alrededor de generar escenarios futuros, hacemos
estudios prospectivos. Esto está muy lejos de esas "futureadas"
adolescentes, que iban desde sacarnos la lotería sin comprar boleto,
o ganar un premio al mérito académico, sin estudiar. La prospectiva
es una disciplina que se basa en conocimiento preciso y concreto del
pasado y del presente para calcular cómo serán las cosas en unos
años (10, 20, 30... entre más lejos en el futuro, más impreciso el
escenario). De manera inicial, construimos un futuro tendencial, este
escenario emerge del concepto “business as usual”, o dicho de
otra forma: seguir haciendo las cosas como las hemos venido haciendo
hasta hoy. Luego, partimos de una serie de supuestos generales, que
nos permitan diseñar futuros alternativos posibles. De esos
escenarios posibles, elegimos aquél además es deseable, lo llamamos
“futurible”. Y finalmente, proponemos estrategias para modificar
el comportamiento actual de la organización que estamos estudiando y
que nos permitan alcanzar el futurible.
Los últimos 10 años de mi vida, mi
actividad física ha sido mínima. El último año, mi ingesta
calórica ha aumentado y por eso hoy peso 5 kg más. Mi escenario
tendencial para julio del 2015 es que yo pese 10 kg. más que hoy.
Hay otros escenarios posibles: a) Si yo consumo una dona extra al
mediodía, todos los días, aumentaré el doble de peso anual y
llegaré a pesar 20 kg. más en 2015; b) Si yo hago 20 minutos de
ejercicio moderado diariamente, con lo que consumiré 150 calorías
diarias, lograré disminuir 12 kg. en 2 años y llegaré a 2015 con 2
kg. menos de los que peso actualmente; c) Si hago ambas cosas, comer
la dona y hacer ejercicio, sólo llegaré a 2015 con 8 kg. mas.
Los escenarios a, b y c son posibles.
El b, por salud y vanidad lo elijo como futurible. En conclusión,
hoy llegaré a casa y antes de cenar, subiré 20 minutos a las
escaladora.
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