jueves, 9 de enero de 2014

Ser, hacer y estudiar

publicado el 9 de enero de 2014, en la columna "Con peras y manzanas" del Diario de Morelos

En estas vacaciones, tuve la oportunidad de ver muchísima televisión. Me puse al día en las series que llevaba rezagadas y de paso, me receté una buena dosis de comerciales. Entre los muchos que vi, uno de una universidad, me llamó la atención. El comercial muestra a un joven que relata alegremente como de niño le preguntaban “¿qué quieres ser?”, y él se imaginaba a sí mismo como astronauta o policía. El mismo joven, relata segundos después con semblante sombrío, que ahora “sólo le preguntan, ¿qué quieres estudiar?”.
Recuerdo bien dos etapas de mi vida distintas. La primera, mi elección de carrera. Entonces, por circunstancias de vida, debía elegir una carrera de una institución en particular. Seleccioné la única que no tenía “Administración” como materia y que por otro lado, tenía la mayor cantidad de materias sobre matemáticas o física. Estudié Ingeniería en Sistemas Electrónicos. La segunda etapa duró poco más de un semestre, y fue la elección de carrera de mi hija. Karla se debatía entre ser filósofa, física, antropóloga o socióloga. En la prepa le hicieron baterías de exámenes durante el curso de Orientación Vocacional, que mostraban para que era buena, para que no tanto, y que parecía ser que disfrutaba más. Finalmente, se inscribió en la Facultad de Ciencias de la UNAM en Física. Eso fue hace más de 3 años, hoy sé que se cambiará de carrera a Matemáticas y por supuesto, igual que yo a su edad, no tiene idea de que será “cuando sea grande”.
La orientación vocacional tiene que ver tanto como con lo que queremos ser, como con lo que queremos hacer y más importante aún, lo que nos gusta hacer, aquello que nos da satisfacción al pensarlo, ejecutarlo y lograrlo. Todas las alternativas profesionales pueden ser excelentes elecciones, siempre que la elección se base en los gustos y afinidades actuales; pues eso nos llevará a ser excelentes en nuestra labor, a disfrutarla plenamente y por lo tanto, el éxito y la satisfacción estarán en el día a día, no sólo en los días de quincena (o como mala suerte, ¡ni en esos!). Morelos tiene instituciones de educación superior de alto nivel donde nuestros jóvenes pueden estudiar Agricultura Sustentable y Protegida (UTSEM),  Energías Renovables (IER-UNAM), Gestión Intercultural (UAEM), Ingeniería en Biotecnología (UPEMor), Nanotecnología (UTEZ), por ejemplo. Estas son algunas de las muchas alternativas científico-tecnológicas que les permitirán transformar sus entornos y contribuir a que un mejor México sea posible.

Recapitulando, en mi caso, por evadir las materias administrativas, y perseguir las matemáticas, estudié y me titulé como Ingeniera en Sistemas Electrónicos. Me dedico todos los días a administrar mi empresa, los proyectos de mis clientes, el conocimiento de mis aliados estratégicos y el tiempo de mis colaboradores. Mi abuelita decía “aquello que no puede ver, en tu casa lo has de tener”, la administración de la que huí tan poco exitosamente, es hoy día, la fuente de mis mayores satisfacciones profesionales. 

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