Una de las grandes
cualidades del pensamiento humano es la capacidad que tenemos de
clasificar. Cuando volteamos a la calle (como lo hago ahora desde mi
oficina en el tercer piso), podemos clasificar lo que vemos en
conjuntos de entidades comunes: autos, plantas, personas, edificios.
Y a los elementos de esos conjuntos podemos sub-clasificarlos aún
más; como autos compactos, deportivos, blancos, nuevos, etc. Esta
capacidad de identificación de características comunes es muy
poderosa, y nos ha permitido analizar y comprender mejor los
fenómenos que suceden en todo el universo y a toda escala. Así ha
avanzado la ciencia y la tecnología, encontrando similitudes y
diferencias, analizándolas y construyendo explicaciones para ambas.
Sin embargo, esta
capacidad de etiquetar al clasificar, la llevamos al extremo con
frecuencia y caemos en una conducta bastante anti-científica y
francamente muy negativa para la construcción de una sociedad
tolerante y colaborativa. Esto sucede cuando le conferimos a todo un
conjunto (con su etiqueta genérica) un juicio de valor basado en
algunos elementos del conjunto. En estos casos, las etiquetas,
herramientas utilísimas para clasificación y análisis, se
convierten en instrumentos de prejuicio, y las malgastamos para
asignar a un grupo las características de unos cuantos elementos.
Los seres humanos y
las comunidades sociales tenemos una alta capacidad de adaptación a
circunstancias diversas, aprendemos de nuestras fallas, modificamos
actitudes y comportamiento según entorno, historias y ánimo. La
intolerante de ayer, es la democrática de hoy. El obstinado de hace
unos años, puede ser el receptivo de mañana. Dejemos que las
etiquetas sean sólo eso, elementos de clasificación, no de juicio.
Lo mexicano es tan creativo e innovador como lo japonés, lo europeo
o lo norteamericano. No permitamos que prejuicios instalados en
nuestra cultura, por eventos que ni siquiera nos tocaron
históricamente, se interpongan al orgullo que debemos sentir al ser
parte de una etnia diversa, creativa y multicultural. ¡Viva México
y lo mexicano!
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