lunes, 2 de enero de 2012

De construcciones y sustentabilidad

Cuando llegué a la casa que ahora habita mi padre, tenía 18 años, un año menos que la edad que hoy tiene mi hija Karla. En aquel entonces, vi la placa que en el muro lateral tenía la fecha en que se terminó la construcción, de la que sólo recuerdo el año: 1945. Corría el año de 1987 entonces, aún estudiaba ingeniería en el Tec y lejos estaba de mi historia el concepto de sustentabilidad, o el del fin de la era del petróleo. La casa, muy estilo Cuernavaca, de techos altos, terrazas por todos lados, muros de más de 20 cm de espesor, ha resistido los embates del tiempo y del clima. Es fresca en verano y tal vez demasiado fresca en ciertos inviernos (no en todos, afortunadamente). Y, a pesar de todos los cambios que ha hecho mi padre, aún conserva el aire de entonces y las ventajas climáicas y de iluminación con que fue construida.
¿Qué nos pasó, del siglo pasado a este, que perdimos de vista la ubicación geográica, el clima local, la orientación del sol, las corrientes de aire, las barrancas, los pozos de agua cercanos, al construir? ¿Cómo perdimos de vista la importancia de un diseño bien pensado, de una construcción bien orientada para aumentar el confort? Parece que al haber soluciones tecnológicas para aclimatar la vivienda (luz artificial, aire acondicionado, calentadores, etc.), decidimos construir sin pensar y confiar en la tecnología para suplir la falta de ingenio y de capacidades de observación de arquitectos e ingenieros. El costo lo estamos pagando, no sólo en la factura de CFE, sino en el alarmante incremento de emisiones de CO2 producto de este diseño sin sentido, y del derroche energético que gastamos para aclimatar nuestros hogares.
Ante la crisis energética actual, tenemos una gran oportunidad para, mirando al futuro, diseñar inteligente y sustentablemente la vivienda de los próximos años. Ya no estaremos nosotros, como ya no están quienes construyeron las casas que habitamos algunos, pero quienes hereden nuestros espacios, nos agradecerán la inversión en tiempo y en intelecto que les permitirá tener edificaciones cómodas, iluminadas y energéticamente eficientes... Edificaciones sustentables al 2050

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