No entendemos esa manía de la gente de querer explicarlo
todo con peras y manzanas. Nos parece un modelo bastante limitado, máxime si a
priori hay que incluirlas a ambas. Y es que ya de entrada peras y manzanas solo
se pueden sumar, restar, multiplicar o dividir, en su calidad de frutas, más no
en su carácter individual de pertas y manzanas. Es decir, 10 peras y 5 manzanas
solo pueden resultar en 15 frutas, mas no en 15 peras ni en 15 manzanas, de
acuerdo con una aplicación de este modelo que nos fue enseñada por allá del
primer tercio de la escuela primaria. Hoy en día un niño precoz quizás
refutaría esta limitante haciendo uso de la biología molecular (y de su
fantasía), para platear que la suma si
podría efectuarse si el material genético de peras y manzanas se combina y se
obtienen 15 peranzanas (o manzeras) de un árbol transgénico.
Pero transgénicos aparte, como consecuencia de la
imposibilidad de mezclar peras con manzanas, origen del refrán: “no mezcles
peras con manzanas” que data de aquellos tiempos en que los árabes empezaron a
hacer sumas, las que salieron ganando
fueron las manzanas y las peras pasaron a ser como algo indeseable que no había
que poner junto a las manzanas. Así son muy numerosas las manzanas famosas en
la historia: Guillermo Tell demostró su puntería con el arco tirando la flecha
sobre una manzana, aunque el reto hubiera sido mayor poniendo una pera en la
cabeza de aquel niño y la malvada bruja del cuento de Charles Parrault tampoco mezcló
peras entre las manzanas que ofreció a la bella durmiente y la diosa griega de
la discordia, Eris, mandó la famosa manzana a la fiesta a la que no fue
invitada, dirigida a “la doncella más
bella”, armando una celestial discordia entre Era, Atenea y Afrodita por la
susodicha manzana. No hay por lo mismo una pera de la discordia. Y sin duda eso
explica porque Newton decidió reposar cerca de un manzano y no de un peral,
cuando inspirado, esperaba la caída de un fruto para explicarnos como era
aquello de la ley de gravedad. Poniéndonos metafísicos es quizás también por
eso que el Creador –en la voz del redactor del Génesis- solo prohibió las
manzanas a sus dos primeros pobladores, y se abstuvo de complicarles la
existencia con las peras. ¿Para qué las peras?, mejor se los explico sólo con
manzanas- sin duda reflexionó el Creador. -Al final de cuentas ellos no
necesitan ni peras ni manzanas para explicar las cosas, pues no hay nadie a
quien explicarle algo- Debieron pasar muchos años para que Ana Botella, quizás
inspirada en el mismo pasaje bíblico nos explicara: si se suman dos manzanas, pues dan dos
manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas,
porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el
matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta
(Wikiquote, 2004). Ana, es la esposa del
ex-presidente del gobierno español, José María Aznar y concejala de medio
ambiente del ayuntamiento de Madrid, y la cita ya no deja dudas sobre el resultado
del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Esta cita debería de ubicarse dentro de los más exitosos ejemplos del
uso de las peras y las manzanas para explicarse las cosas de la vida.
Por estos antecedentes, cuando los autores de este texto decidimos
entrarle a la tarea del editor de usar las peras y las manzanas para introducir
los textos de divulgación “se nos vino
el santo al cielo”. Sentados en un café maldecíamos al editor, enviándole ajos
y cebollas (seguidas de peras y manzanas que deben pegar mas duro) consternados sobre nuestra falta de
inspiración para disertar sobre las susodichas frutas.
-¿Otro café?- nos ofreció la mesera.
-Si, pero con leche light y con un sobrecito de sucralosa-
pidió ella. -Estoy echa una pera-, agregó, sonrojada cual manzana. -Creo que
tengo que ponerme a dieta.
-No creo -le contesté.-Debes medir por ahí de 1.70 m y tu
peso no debe ser mayor de unos 60Kg, por lo que de acuerdo con el famoso
“índice de masa corporal” (IMC) que resulta de dividir tus 60Kg entre tu altura
al cuadrado (1.70 * 1.70 =2.89), debes
tener un IMC de 20.76 lo cual te coloca dentro del grupo de gente sana de la
cual ya solo queda aproximadamente 1/3 en el país. Las 2/3 partes de la
población o bien están dentro de un nivel de IMC que podría considerarse
riesgoso (mayor de 25) o tienen sobrepeso (IMC mayor de 30) o de plano están
dentro de la población obesa (IMC > 40).
-Pero ya dentro de los obesos los hay que parecen peras y
los hay que manzanas, ¿no?
-O estufas -agregué pensando en mi tía Gloria.– Para ellos existe otro parámetro que se
denomina “índice de cintura-cadera” (ICC) y pues esta fácil por que sólo tienes
que medir con una cinta cuantos centímetros tienes de cintura, pasando la cinta
a la altura del ombligo y lo dividirlo entre lo que tienes de cadera, pasándola
en la zona más amplia de tu… trasero.
-Mejor volvamos a las manzanas y a Newton- replicó ella,
-no me esta gustando este tema de divulgación.
-Pero es que justamente, ahí encajan peras y manzanas: los
hombres tienden a valores de ICC de manzanas (0.78-0.93), mientras que en las
mujeres, el ICC se asemeja más al de una pera (0.71-0.84), es decir el
perímetro de la cadera más largo que el de la cintura. Bueno, esto cuando se
gana peso y el individuo se adentra en los terrenos de la obesidad: conforme se
van ganando kilos, las diferencias se hacen muy notables, y ciertos lugares,
donde se acumula la grasa, crecen aún más. En los hombres a fuerza de cerveza y
tacos de cochinita, va aumentando la barriga, y tienden a una obesidad en forma
de manzana, mientras que los pastelillos y chocolates, aumentan en las mujeres
las llamadas cartucheras lo que lleva a una obesidad en forma de pera.
-Tu tía Gloria debe estar cercana al ICC de uno, ¿verdad?
-Pues si, aunque en esa familia, más que peras y manzanas
habría que hablar de estufas y refrigeradores, que son casos de manzanas ya muy
sofisticadas. En general, la obesidad tipo manzana, viene siendo más peligrosa
que la tipo pera, para cambiarle un poco el tono al artículo, que empezó muy
favorable para las manzanas, no? Por mucho que estemos acostumbrados a la
manzana como símbolo de salud, en estos casos, la realidad es muy diferente. La
obesidad, que como vemos tiene que ver con el IMC pero también el perímetro de
la cintura y la cadera, aumenta dramáticamente el riesgo de enfermedades tales
como las cardiovasculares, la hipertensión arterial, el infarto de miocardio,
la diabetes Tipo II, la apnea del sueño, entre otras.
-Aunque es un hecho que un obeso que no se cuida, aunque
empiece con forma de pera, terminará con el tiempo desarrollando una obesidad
en forma de manzana, ya sea mujer u hombre – agregó ella, al tiempo que ingería
el último pedazo de browny con helado de vainilla.
-Creo que deberías aumentar las peras y las manzanas en tu
dieta- Sabías que el mundo produjo en el 2007 unos 47 millones de toneladas de
manzanas, mientras que de peras apenas unos 17 millones de toneladas?
-¿Y eso es mucho?
-Bueno, pues si divides los 47millones de toneladas entre
los 6,700 millones de habitantes que hay en el planeta eso nos da como a unos
7Kg de manzanas y 2.5Kg de peras al año por cada terrícol. Poco, ¿no?
-Si, muy poco, sobretodo considerando que hay países donde
se come muy poca fruta, generalmente ubicados en el hemisferio sur, mientras
que los que más consumen se ubican en el
hemisferio norte. Y entonces me aventó
un torito: -¿Sabes donde se producen más manzanas?
-¿En Zacatlán de las manzanas? – Contesté, mitad en serio,
mitad en broma.
-No que va- dijo riendo. -La mitad de esa fruta la producen
los chinos, aunque como es de suponer, se comen buena parte de lo que producen,
y eso no se explica con peras y manzanas, sino con hambre. Chile e Italia son
países que exportan mucha manzana y Argentina mucha pera. Y mas del 30% de las
manzanas se industrializan contra solo el 10% de las peras y mas de la mitad de
las manzanas que entran a una fábrica se destinan a hacer jugo.
-¿Sabes que?- comentó ella después de reflexionar unos
instantes sobre toda esta información.
-Voy a inventar la dieta de la “Pera y
la Manzana”- Tendrá efectos en la salud igual o más poderosos que las dieta de
la luna, la de la sangre, la del Orozco o la de Atkins. Consistirá en un vaso
de jugo de pera seguido de otro de manzana cada hora durante todo el día.
No sabía si bromeaba, por lo que comenté: -¿sabes cuanta
azúcar es eso? Aproximadamente 24 gramos de azúcar del jugo de manzana y otros
38 del de pera. ¡Más de 215 calorías por
hora! Si pasaras 8 horas durmiendo, consumirías sólo de jugo 3,440 calorías. Y
como para alguien con tus caractéristicas de edad, peso y actividad física,
mantenerte en tu peso se traduce en 1,800 calorías diarias… pues nada más
estarías consumiendo 1,640 calorías en exceso al día. 11,480 a la semana, y en
un mes 45,920, o lo que es lo mismo, 5 kilos de grasa extra, ¡en un mes! Y nada más, por diversión, imagínate 1
barrita de mantequilla, esas son de 125 gramos, 8 son un kilo y CUARENTA
barritas de mantequilla serían el resultado de tu super-dieta de la pera y la
manzana. No, ingeniera, que bueno que la
nutrición no es lo tuyo.
-Oye, oye, no seré nutrióloga, pero sé que todo, en exceso
es perjudicial. Además no olvido cómo
durante mi embarazo, para cuidarme, decidí sustituir el refreso por el jugo (de
naranja, pero jugo al fin) y la botana ocasional por unas manzanitas. En un mes, subí lo que debía subir en
cuatro.
-Insisto, que bueno que te dedicas a… a… ¡a lo que te
dediques! Pero ciertamente no a la nutrición.
-Ja ja ja, sí, soy mejor explicando con peras y manzanas, que
calculando su contenido calórico. Aunque, ya entrados en gastos, ¿sabías que el
famoso dicho de “an apple a day keeps the doctor away”, no se basa en su
contenido nutrimental?
-Pero no calcules todo sobre azúcares y grasas, recuerda
que las peras y las manzanas tienen un importante contenido de minerales y
vitaminas.
-Pues ni tan importante. Resulta que según la recomendación
de ingesta diaria, para una dieta de 2,000 calorías una pera (o para todo
propósito práctico, una manzana) aporta el 10% de nuestro requerimento de
vitamina C y cobre, aproximadamente el 5% de potasio, manganeso, riboflavina,
vitamina B6 y vitamina K. Y sólo para
darte una idea, una naranja aporta más del 80% de vitamina C.
-‘Tons, ¿esos gringos son además de todo mentirosos?
-No, bueno, al menos, no por culpa de las manzanas (o las
peras). Un sola manzana nos aporta la
quinta parte de la fibra que necesitamos al día. Así que, por lo menos al
proctólogo y al gastroenterólogo lo podemos mantener alejado si nos acercamos a
la manzanas.
-Y bueno a todo esto, ¿quieres una rebanadita de pay de
queso para tu café?
-¡Qué pasó doctor! Mejor un strudel de manzana—¿hay de
otro?—para celebrar el feliz inicio de este texto de divulgación.
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